Antes de dar por concluido el proyecto y empezar con la obra, urge una propuesta de mejora al transporte público en nuestra ciudad, mejorar las condiciones peatonales y de conectividad no solo en el Paseo de la Rivera sino en todo el contexto.
Además de la descentralización de servicios en el centro histórico, “la consulta pública” a la cual se debería someter por ley dicho proyecto para el río (que solo lleva aguas negras), la planta de tratamiento, los permisos para colocar mesas con sombrillas de los locales del paseo de la rivera como alternativa por quitarles los estacionamientos, la selección de materiales y pavimentos, proyecto de paisaje, autorización del INAH, de CONAGUA, el estudio de impacto vial aprobado por la secretaría de movilidad del estadio, normas de accesibilidad universal, consideración a los habitantes y comerciantes de la zona, entender el uso correcto de bolardos, así como su diseño y ubicación, el concurso del proyecto (que no se realizó), etc.
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