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La Fiesta de Los Arcos: entre la tradición y el COVID-19

Por: Celia Espinoza

26 de enero de 2022.-  Los pueblos y barrios indígenas de Lagos de Moreno se volvieron a unir en torno a su historia, tradición, color y la celebración con motivo del Día de La Candelaria.

El pueblo de San Miguel Buenavista volvió a ser la sede de la ‘Fiesta de Los Arcos’ y aunque no hay un dato preciso que lo confirme, esta festividad suma cerca de 272 años de haber nacido o cuando por primera vez se efectuó la procesión de los habitantes de los pueblos.

También es el segundo año que la romería pasa por encima del gasoducto de la empresa ‘Gas Natural del Noroeste’.

Por el año de 1750, un 24 de enero inició esta festividad que representa a los pueblos indígenas y conmemora la llegada de la imagen de la Virgen de La Candelaria para convertirse en la figura femenina religiosa más importante, al punto de denominarla la ‘patrona’ de este poblado.

Tal como lo hacían los nativos, de reunirse en la ‘puerta blanca’, en la edición de este año, la gente se dio cita para partir de la colonia Cuesta Blanca y participar en la procesión que hizo el recorrido por el ‘Camino Real’.

El COVID-19 hace de las suyas

La pandemia mundial que limitó todas las actividades tradicionales también hizo de las suyas el año pasado al interrumpir la continuidad de esta festividad en la que se congregan ciento de personas.

La edición del 2021 fue suspendida para evitar el alza de contagios del COVID-19 y cuidar la salud de la población.

Retorno parcial

La contingencia sanitaria por el COVID-19  sigue vigente en este 2022 y más con la presencia acelerada de la variante Omicrón y aunque se han realizado eventos con o sin el aforo permitido, la ‘Fiesta de Los Arcos’ en esta ocasión se realizó de manera parcial, dejando fuera “el pulque”, “la comida” y otros rituales que acompañan desde un día antes la elaboración de cada arco y que es motivo de reunión masiva.

Fue la gente la que decidió que se realizará de manera simbólica para mantener viva la tradición. No se convocó a la población en general como otros años, porque hasta se dejaron fuera varios elementos que son importantes para evitar las aglomeraciones y se trató de respetar las medidas sanitarias”, expuso una familia participante.

Los habitantes de los pueblos participantes llevaron sus estandartes, sus coloridos y decorados arcos, haciendo alusión a las puertas por las que entra la imagen de la Virgen.

Personas procedentes de los barrios de La Laguna, La Isla, La Ladera Chica, La Ladera Grande, La Isla, El Bajío, El Lindero, La Orilla del Agua, Rancho de La Virgen El Jagüey, y El Tútano, así como del Pueblo de Moya participaron en ‘El Convite’ (al cuál calificaron como diferente con respecto al de otros años).

La velada y la convivencia también variaron con respecto a otras ediciones en la que participaban familias completas, amigos y vecinos, porque ahora fue muy limitada la asistencia.

“No podemos arriesgarnos ni arriesgar a los demás. Primero está la salud. Lo que se hizo fue con la intención de no perder nuestras tradiciones y de que aún con la pandemia se hizo lo posible por conservar nuestra festividad”, expuso un participante del arco del Pueblo de Moya.

Sin misa

Otra limitante por la pandemia fue el no tener actividad religiosa para evitar las aglomeraciones, por lo que el templo de San Miguel Buenavista estuvo cerrado.

Los representantes de los tres pueblos y barrios sólo hicieron la reverencia en la puerta principal del templo y se escuchó el repique de las campanas.

Se respetó la indicación de la Iglesia. No desobedecimos nada, respetamos la indicación del párroco. El pueblo de Buenavista nos recibió y sólo usamos la parte pública para concluir la procesión. Incluso se terminó temprano en comparación a otros años”,  detalló un participante de San Juan Bautista de La Laguna.

Saldo blanco

Sin presencia de alguna autoridad policiaca, esta festividad concluyó con un saldo blanco y en armonía.

Hemos dado muestra de que esta fiesta se llevó en paz, sin vigilancia de los policías, no la ocupamos porque la gente convivió bien y obedeció que sólo era algo simbólico”, aclaró otro participante de La Ladera.

Celia Espinoza

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad La Salle Bajío; candidata al titulo de Maestra en Política y Gobierno por el Colegio de León; ha sido periodista en Radio U. de G. Periódico AM Lagos, el sitio digital El Río-Lagos y colaboradora de algunos otros medios locales y regionales.